Loco Trump

 

 

 

 

 

 

El martes 28 de febrero el presidente Donad Trump ofreció su primer discurso en la sesión conjunta del Congreso para exponer su programa de gobierno.

Como es costumbre convirtió el acto en un show a pesar que su discurso fue moderado en comparación con los de su campaña electoral. Se mostró prepotente y con una proyección nacionalista desmedida. Resaltó la grandeza de su nación, la necesidad de fortalecer los valores estadounidenses y reconquistar el brío de antaño. Como era de esperar fue ovacionado por los representantes del partido Republicano, auque a algunos se le notó un rostro serio y de insatisfacción. Por otra parte los representantes del partido demócrata permanecieron inmovibles en sus asientos frente a los aplausos de sus contrincantes.

 

El “orange man” ratificó la construcción del gran muro en la frontera con México, con el propósito, según él, de evitar que entre droga a su país y que EE.UU sea un país más seguro. Esta loca idea sigue siendo una estupidez que al final no resolverá ni la violencia ni el tráfico de drogas en ese país, pues su mismo sistema promueve la industria armamentista.

 

 

 

 

Promovió la idea de aprobar una reforma tributaria que reducirá la tasa de impuestos de las empresas de EE.UU, lo cual pudiera aparejar en el futuro el fortalecimiento del dólar frente a la devaluación del resto de las monedas.

 

Ratificó que su país saldrá del TPP, lo que ha generado grandes polémicas con los países firmantes de este tratado.

 

Propuso un incremento del presupuesto militar en 54 mil millones para la reconstrucción de las fuerzas armadas de su país y asegurar la paz mundial. Esta idea muestra una gran contradicción pues pretende asegurar la paz mediante el incremento de la fuerza militar de los EE.UU.

 

 

 

 

En cuanto a la lucha contra  ISIS, ratificó la posición de su gobierno de derrotar a esta organización terrorista con la ayuda de Rusia.

Como se ve no hubo cambios sustanciales en el discurso de Donald Trump, por lo que sigue siendo una incógnita para el mundo su posible política de estado.

Alberto hernández