Satisfecha en mi vida personal, nunca con mi trabajo
“Silvia es una mujer que asume su profesión como el centro de su vida, no ayuda en la casa de la familia, no se dedica a ser madre como debe ser y luego de la traición del esposo, no es capaz de definir su vida sentimental…”.
“Silvia es una mujer que lucha por su independencia, que se quedó atada al esposo por las comodidades, que no renuncia a su vida profesional…”
Y los criterios sobre Silvia, la abogada de la telenovela cubana La otra esquina, no cesan. Es habitual que suceda con cada uno de los personajes que la actriz Blanca Rosa Blanco asume en la televisión, el cine e incluso en el teatro.
“A Ernesto Fiallo, director con el que he trabajado en varias ocasiones, le agradezco el personaje de Silvia por la contemporaneidad, por permitirme el reto de interpretar una profesional y no ya una mujer con una vida desorganizada, como los personajes que asumí en Bajo el mismo sol y La cara oculta de la luna, o tan esquemáticos como en Tras la huella. Con Silvia puedo reivindicar a muchas mujeres como ella.
“Tomé mucho de mi hermana Orquídea, abogada de profesión y con todos estos dilemas de Silvia de la organización de su tiempo. Sus dos hijos y mi César coexistieron juntos en la casa y era mi mamá la que asumía sus cuidados muchas veces porque nosotras teníamos siempre mucho trabajo. La suerte es que el público es comprensivo, se solidariza con Silvia y entonces se preocupa más por quién será el verdadero padre de su hija y con quién elegirá tener una vida de pareja. Me divierto mucho con los elogios y también con las críticas”.
-¿Satisfecha entonces con este trabajo?
-Realmente nunca estoy satisfecha con mi trabajo, y sí con mi vida personal. Me evalúo a mí misma en cada entrega, me siento por las noches a ver la novela y lo hacía los domingos con Tras la huella y siempre pienso que podía haberlo hecho mejor.
“En lo personal sí estoy a gusto. César tiene 16 años, se inclinó por la música, toca guitarra pero también se ha interesado mucho por esto de la actuación. Y de mi rol de madre con él traté de aprender mucho para la novela porque no es lo mismo ser madre de un niño que de una niña, y la Gaby de Silvia siempre está más apegada a su padre, no era fácil para mí.
-Retrospectiva, tu proyecto personal, ¿en qué fase está?
-Ese drama social, esa especie de teleserie que estoy escribiendo a cuatro manos con Albertico Luberta está prácticamente lista y espero depurarlo todo para elegir los actores y comenzar a filmar en septiembre.
“Tendrá 12 capítulos con alrededor de 45 minutos cada uno, y en cada uno se abordarán situaciones límites que aquejarán a los personajes, las que los llevarán a consultar un psicólogo o un psiquiatra. Interpretaré a Verónica, la actriz principal y mi hijo César también actuará, por lo que desde ya se está dejando el pelo largo.
“Tengo otros proyectos. En febrero estaré en Mérida como invitada a una muestra de cine con otros cineastas cubanos, a propósito de la proyección de Habanastation en la cita y retomaré funciones con el grupo Compay Segundo, de las que ya hemos hecho algunas.
“Volveré a trabajar con Fiallo en otra novela de la que aún no puedo decir nada porque ni siquiera sé cuál será mi personaje, todavía no nos hemos sentado a hablar; pero me encanta trabajar con él y sin saber, ya acepté su propuesta.
“Hay otro plan, otro proyecto…pero de ese no quiero adelantar nada. (Sonríe). Solo puedo decirte que se llamará El regreso, y a buen entendedor, no falta decir más. ¿No se usa el término cuando uno se va de un lugar y luego retorna? De eso se trata… Hay Blanca Rosa Blanco para rato…”
Publicado el enero 24, 2015 en Cine, Cuba, Cultura y etiquetado en actriz cubana, Blanca Rosa Blanco, Ernesto Fiallo, Facultad de Artes Escénicas en el Instituto Superior de Arte, La otra esquina, telenovela cubana, TV cubana. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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