Este es el máximo reconocimiento otorgado en Cuba a creadores de las artes visuales por la obra de la vida.
Tiene en su aval el primer lugar en el Seminario Martiano con la exposición «Homenaje», ISA, en 1986; el Gran Premio del I Festival de la Creación y la Investigación, en 1987, y la Distinción por la Cultura Nacional, en 1999.
Sus obras se encuentran en colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, Cuba; las galerías Ludwig Forum, en Alemania, y la Daros, en Suiza.
El premio fue entregado por vez primera en 1994 y se concede anualmente a un artista visual cubano, vivo y residente en el país, cuya producción se distinga por brindar un valioso aporte al desarrollo y a la historia de las artes visuales en la Isla.
Para esta ocasión, se consideraron propuestas de 25 instituciones culturales de todo el país, y fue designado un jurado compuesto por prestigiosas personalidades de las artes visuales y presidido por el Premio Nacional del año anterior, Eduardo Ponjuán.
Los nominados de este año fueron los artistas: José Antonio Choy, Lesbia Vent Dumois, Salvador Corratgé, Zaida del Río, Roberto Salas, Juan Moreira, Pedro de Oraá, José Manuel Fors, Alberto Lescay Merencio, Alexis Leyva Machado (Kcho), Eduardo Roca (Choco), Manuel Hernández Valdés, Rafael Zarza y Rocío García.
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