#Cristiano pide más (#FIFA #UEFA #Portugal #Real Madrid #Barcelona #España #Alemania)

Otros dos goles y sendos tiros a los palos calentando para el Clásico.

Otros datos del partido:

• Jesé se lesionó en el 2′ y tiene muy mala pinta. Puede ser rotura del cruzado

• Doblete de CR, 13 en Champions y 41 en lo que va de temporada

• Morata firmó el definitivo 3-1

• Bale e Isco, indetectables para los alemanes

El resultado era lo de menos y perdió valor con la lesión de Jesé. De todos modos, cada partido hay que aprovecharlo y eso hizo el Real Madrid. No digamos Cristiano Ronaldo. El 7 calentó pensando en el Clásico del domingo. Midió su precisión con dos goles y dos disparos a los palos. Jamás llenará su estómago. Quiere y pide más.

Los goles de Cristiano (van 13 en Champions y 41 en lo que va de temporada) mezclaron muy bien con Bale, presente en todos los tantos (el otro lo hizo Morata). Se divirtió Isco. El Madrid le dedicó la victoria a Jesé.

Lo peor pasó al principio. El Bernabéu se estremeció cuando vio el gesto de dolor de Jesé. Kolasinac fue como un toro y le atropelló. Sólo se llevaban dos minutos de partido. Fue el presagio de lo que le puede esperar, la temida rotura del maldito cruzado. Casi no había nada en juego tras el 1-6 y Jesé se jugó lo que queda de temporada y mucho más.

Dedicado a Jesé
La lesión del canario enfrió el ambiente en el Bernabéu, que sólo escuchó las voces de los 4.000 alemanes que aprovecharon el día para tomar el sol y demostrar su fidelidad a los mineros. La salida de Jesé provocó la entrada de Bale para mezclar con los jóvenes que puso Ancelotti y los otros tres titulares habituales que salieron de inicio (Sergio Ramos, Xabi y Cristiano).

La marcha de su compañero sobrecogió a los futbolistas, que tardaron en meterse de lleno en la pelea. Al Schalke no le tembló el pulso. Era un partido de Champions y jugó duro como si la vida le fuese en ello. Es lo que hay que hacer, aunque el árbitro permitió que especialmente Kolasinac fuese al bulto en más de una ocasión.

El partido lo calentó Gareth Bale, que dejó mal a los que le perseguieron en sus carreras. En una de ellas llegó el 1-0. Morata controló y originó lo que pasó. El galés no dudó. Entró, rompio el traje y regaló el gol a Cristiano. No podía faltar a su cita. Bale, mientras, dirigó la locomotora por la banda derecha, convertida en carril de paso. Así dio otro gol, pero falló Morata, que perdonó otro tanto delante del portero Fährmann.

Las malas noticias que llegaban de la posible lesión de Jesé parecieron escucharlas los futbolistas. El Madrid bajó su tensión en defensa y el Schalke lo aprovechó para animarse como estaban los suyos en lo alto del Bernabéu. Hoogland empató con la colaboración de Ramos, que tocó y despistó a un Casillas que hizo la estatua. Antes del descanso, buscó su gol Huntelaar y no lo encontró.

La noche es muy larga
Ancelotti cambió a Casemiro por Xabi al inicio de la segunda parte. Keller hizo lo propio con Huntelaar para meter a Szalai. El Madrid volvió a la carga y Cristiano estuvo en todas. Era su partido. Realmente todos lo son.

Los blancos buscaron la victoria para dedicársela a Jesé. Iscó acarició el gol en una jugada de genio. También se lesionó Höwedes en el Schalke. Era el típico partido al que le pides que nadie se lesione y te mira un tuerto.

Quedaba todavía mucha noche y, claro, la disfrutó Cristiano. Hizo el 2-1 y el 3-1 lo marcó Morata a pase de Bale después de un latigazo al larguero de CR. El Barça ya está en su punto de mira. Peligro.

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